CHARATA (Agencia) - Sin diferenciar cultivo, aunque con su propia realidad cada uno, la decisión del productor está marcada fuertemente en esta campaña por la incertidumbre política (sembrar con un gobierno, cosechar con otro), la golpeada rentabilidad y un mercado que fluctúa.
por Mariana A. Alegre
El girasol recuperó terreno, pero no llega a los números esperados; mientras que el picudo marcará la campaña algodonera. La soja será una vez más el “caballito de batalla”, pero los números se verán marcados por muchos lotes que no se sembrarán.
“La superficie del girasol se fue actualizando día a día, sobre todo por las condiciones del clima. En primer lugar por las precipitaciones que fueron en tiempo y forma para la siembra, y en segundo lugar por las temperaturas y condiciones de lotes”, explicó el ingeniero Fernando Derwidue. Así precisó: “El área actual para nosotros estaría rondando las 160 -170 mil hectáreas, no creo que se haya llegado a los números que se esperaban (NdR: Desde el Ministerio de Producción se estimaban unas 240-270 mil hectáreas)”.
“Sin embargo superó ampliamente la expectativa de siembra, porque inicialmente el termómetro del girasol era muy frio, estábamos con una baja intención de siembra, por la situación del mercado, costo de producción, entre otras cosas; pero las condiciones ambientales hicieron que el productor apostara un poco más”, destacó. Una muestra de esto fue, por ejemplo la situación del departamento 2 de Abril, donde la intención inicial no pasaba las 20 mil hectáreas, y actualmente, según las estimaciones del agrónomo Rubén Sphan, delegado del Ministerio de la Producción, se llegó a unas 25 mil hectáreas (cifra cercana a la campaña anterior, que fue de casi 28 mil hectáreas), “en buenas condiciones, y cabe destacar que hubo dos etapas del 15 de julio al 10 de agosto, y algunas hectáreas a fines de septiembre”.
También sucedió algo parecido en la zona de Villa Ángela, donde el girasol mejoró las expectativas. “Nuestra superficie histórica es de entre 15 y 16 hectáreas, y hoy estaremos en alrededor de 11 mil, teniendo en cuenta que arranco con tantos problemas de precio, pero se sembró con una buena lluvia, y muchos se animaron”, comentó Héctor Costa, delegado del Departamento Fontana.
“El clima, desde el punto de vista productivo de un cultivo invernal como es el girasol, acompañó. Lluvias en momentos clave, sobre todo para los lotes de siembra directa, lo cual fue determinante. Desde el punto de vista biológico, en general o de los lotes que están en barbecho, por un lado es bueno porque estamos acumulando agua en el perfil, pero por otro lado aumentan los costos porque tenemos que realizar más aplicaciones, más frecuentes, ya que estas condiciones generan la aparición de las malezas”, destacó Derwidue.
El ingeniero resaltó que “estamos teniendo tazas de germinación de gramíneas que no son habituales para esta época del año, por lo tanto estamos con malezas de difícil control sobre las cuales hay que intervenir más temprano en el lote”.
Para el ingeniero Horacio Márquez gerente del acopio de AGD “el año pasado hubo 130 hectáreas implantadas, y creemos que los números deben estar ligeramente por ahí”, y agregó “la intención de siembra era mayor, y las condiciones climáticas excepcionales, quizás las mejores del último tiempo, pero el contexto es muy complicado, con falta de rentabilidad, la ecuación del mismo girasol no es buena, y todo esto atentó con tener una mayor superficie como se esperaba”.
El picudo sigue siendo determinante
Para el ingeniero Derwidue, desde el punto de vista de plagas también habrá preocupación, ya que por ejemplo, con el trigo “estamos teniendo problemas significativos de roya, que llevaron a un dilema desde el punto de vista técnico económico, de si era o no viable efectuar un control en el cultivo, dado la oportunidad de negocio que hoy tiene el cultivo”.
En este sentido, por ejemplo en el departamento Chacabuco la superficie de trigo está alrededor de las 15 mil hectáreas, según señaló el ingeniero Luis Silva, delegado del departamento quien aseguro que es un numero alto para la zona, pero que “el productor que hizo trigo, pensó además en el manejo de maleza, y en la rotación con el ingreso de la soja”. En el departamento 2 de Abril, el trigo ronda las 8 mil hectáreas, teniendo en cuenta que hubo algunos problemas de heladas en septiembre, y más allá de algo de roya, la situación del cultivo es buena.
Pero, pensando en el algodón, sin dudas que el picudo será un factor de decisión, para saber si se realizaran o no más hectáreas, o implantarlo en una zona determinada, de acuerdo a las capturas que se están teniendo. “El picudo no es solo un problema biológico, sino también cultural creo que en este problema estamos todos en la misma situación, dado que en las zonas donde la producción está más atomizada, donde hay una escala de productores de pequeños a medianos, el riesgo es mayor, porque un productor puede hacer muy buen trabajo, destrucción de rastrojo, monitoreo o control, pero un vecino abandona el cultivo, o no realiza un buen trabajo, a la siguiente campaña comenzamos con índices muy altos, y conociendo la plaga nos puede llevar al fracaso total, algo que ya sucedió la campaña pasada”, señaló Derwidue.
Algo que se está reflejando en el Departamento 2 de Abril, donde la situación del algodón es “muy complicada”, según estimo Sphan “con productores en duda, y la expectativa de siembra de 8 a 9 mil hectáreas”. Mientras que en Villa Angela, se esperan alrededor de 30 mil hectáreas, de 120 mil disponibles, teniendo en cuenta que aún queda un 25 por ciento de superficie sin destrucción de rastrojo. Los números no cierran.
“Este año, como consecuencia de un invierno muy leve, y por ende una disponibilidad alimenticia para la plaga vamos a tener un problema serio, y vamos a tener que abordarlo de manera temprana, trabajando con un monitoreo y control”, remarcó el ingeniero Derwidue, quien estimo que a pesar de todo “si bien actualmente no hay una superficie definida, se espera que la misma se mantenga y, probablemente crezca respecto a la campaña anterior. Vemos en productores que manejan áreas mayores, que ya tienen áreas definidas, y aquellos que, por arrendamiento o por campos propios tiene oportunidad de alejarse de la zona foco lo están haciendo como estrategia. Los pequeños productores son los que más dudas tienen”.
El maíz, un enigma
“Con el diario de hoy la superficie va a bajar, ya ha bajado el año pasado, básicamente porque es inviable económicamente en el norte del país, pese a que es sumamente necesario. Hay una contradicción muy grande, entre la necesidad del cultivo, la rotación para evitar la erosión de los lotes; y por otro desde lo económico es inviable.
Actualmente está 2.5 toneladas por encima de los rendimientos de nuestra zona, estamos lejos”, reconoció Derwidue, pero aclara que “desde el punto de vista del mercado, se podía mantener un signo de interrogación porque hay perspectivas alentadoras para el cultivo, y ahí entramos en un tema de definiciones, el tiempo va corriendo y bajo la utilización de determinados herbicidas podemos perder la oportunidad de hacer maíz, como perspectiva hay un signo de interrogación”. La baja en la superficie del cultivo es a nivel nacional, y nuestra región en la cual no es determinante no será la excepción, pero algunos coinciden en que habrá que esperar.
Rentabilidad, soja y malezas
“El problema rentabilidad, no es un problema menor y es, realmente un desafío para esta campaña”, reconoció Derwidue. Y a la hora de analizar profundamente, todos los profesinales, privados y públicos estiman otra campaña con lotes sin trabajar, que a futuro serán un problema para el productor.
En el Departamento 2 de Abril, por ejemplo la soja tendrá un área inferior a la campaña pasada. “Por muchos lotes que no se siembran (muchos con malezas complicadas), por pedidos de alquileres altos”, explicó Sphan, quien adelantó que podrán ser “como máximo 28 mil hectáreas”.
“Desde el punto de vista productivo, y particularmente hablando de malezas, existen herramientas en tecnología e insumos, y también tecnologías de manejo o implementos para mitigar los costos, pero lo importante es el criterio, el monitorear los lotes, y llegar en tiempo y forma. Porque por ejemplo, lo que no hacemos ahora, que es un período de barbecho largo, para la implantación de un cultivo de soja en diciembre-enero, el ahorrar plata ahora, puede significar gastar igual o más plata, más adelante, no es un planteo lógico”, señaló Derwidue.
En algunos casos hacer números aún es muy temprano, como en Villa Ángela, una zona en la que sin embargo el cultivo no es una gran elección, pero se espera que fines de noviembre, diciembre podrían tenerse números entre 10 a 15 mil hectáreas. Mientras que en el Departamento Chacabuco se estiman unas 50 mil hectáreas, números que sin embargo nadie asegura.
“Hoy lo que ha cambiado en la agricultura, es que se terminó la agricultura de la planilla en la que un productor o empresario estaba sentado en Puerto Madero produciendo soja, hoy hay que estar encima de los lotes y tomando las decisiones in situ. La demanda desde el punto de vista técnico y del productor de estar encima del lote, siguiendo día a día es sumamente importante”, destaca Derwidue.
El ingeniero coincide en que “la soja sigue siendo el caballo de batalla del sector, aunque no sea lo ideal. Actualmente, se está hablando que, a nivel productivo habrá una pérdida de 4.300 millones de dólares a nivel país, y a nivel local vemos que en términos absolutos la superficie de soja va a bajar o se mantendrá, y en relación a otros cultivos se mantendrá o subirá”.
Derwidue amplió su apreciación explicando que “en el primer caso, porque ya la campaña pasada -y en esta también- vemos la aparición de campos improductivos, algo que se puede agravar ya que nuestro sistema funciona en un 50 por ciento bajo arrendamiento y hoy el punto más sensible es, justamente arrendar dado los costos de producción, y habrá muchos lotes sin sembrar, lo que jugará un papel fundamental en la superficie a sembrar. Sin dudas que es la apuesta principal del sector pero no creo que aumente tanto el área como se prevé”.
(diarionorte.com)

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