La BBC Mundo analiza que hay al menos tres poderosas razones para creer que el fenómeno de El Niño actual será tan «grande y poderoso» como el considerado peor de la historia, el de 1997 y 1998.
Indicadores relacionados a las altas temperaturas de la superficie oceánica, las altísimas temperaturas registradas en el hemisferio norte y también que este año "El Niño no muestra signos de retroceder", según la imágenes satelitales de las que dispone la NASA.
Por todo esto, la agencia espacial estadounidense considera el de este 2015-2016 comparable a lo que muchos llamaron el "fenómeno monstruoso" de hace 18 años.
El Niño también se asocia a sequías al otro lado del Pacífico, como en Australia.
"No hay duda, son muy similares. Los fenómenos de 1982-1983 y 1997-1998 fueron los de mayor impacto en el anterior siglo y en muchas maneras parece que ahora vemos una repetición",explicó a BBC Mundo el experto de la NASA William Patzert.
El investigador, especialista en análisis de fenómenos climáticos relacionados a la circulación oceánica y el aire, añadió que en esta ocasión "es casi un hecho que los impactos serán enormes".
1. Océanos crecidos
Alturas muy superiores a los usuales en el nivel del oceáno Pacífico son un indicador de que existe una gruesa capa de agua caliente.
En ambos mapas, generados por satélite, se ve "el patrón clásico" del fenómeno cuando ya está casi o completamente desarrollado.
La NASA calificó de "sorprendente" a la similitud en las anomalías de altura registradas en diciembre de 1997 y 2015.
A la izquierda están las anomalías en la altura de la superficie oceánica registradas por el satélite TOPEX/Poseidon en 1997, mientras que a la derecha se puede ver el registro hecho por su sucesor, el Jason-2, hace unos días. La NASA calificó el parecido como "sorprendente".
Lo que se ve en los gráficos son los niveles inusualmente altos en el oceáno Pacífico a la altura de la línea del Ecuador.
El agua caliente y tibia que se ha acumulado en la zona es lo que atrae los nubarrones y las tormentas que ya comenzaron a producirse en parte de América Latina, fundamentalmente en países por debajo la línea del Ecuador.
Otra consecuencia de esto es el bajo nivel de lluvias en el sudeste asiático, lo cual contribuyó a la multiplicación de grandes incendios que han cubierto de humo a la región desde hace unas semanas.
El calor en la región del Pacífico en 1997 fue uno de los fenómenos climáticos que generó inundaciones vistas pocas veces antes en países como Bolivia, Paraguay, Perú, Argentina y Brasil en aquel año y el siguiente.
Las similitudes en la temperatura oceánica en ambos periodos también tiene notables parecidos.
La acumulación de calor en los mares atrae nubes y multiplica las tormentas, como sucedió en América Latina en 1997 y sucede en la actualidad.
2. No disminuye
El Niño es un fenómeno natural que ocurre cada dos a siete años cuando las aguas cálidas de la región central del océano Pacífico se expande hacia el este, acercándose a las costas de América.
Normalmente alcanza su momento más agudo a finales de año pero sus efectos se sienten a lo largo de la primavera del hemisferio norte y pueden durar hasta los 12 meses siguientes.
Sin embargo, como señala la NASA, el fenómeno de este año no está mostrando signos de disiparse.
Esa es "la firma de un gran y poderoso El Niño", explica la NASA.
Las inundaciones en la provincia argentina de Entre Ríos también se han asociado a El Niño.
3. Altas temperaturas
Patzert explicó a BBC Mundo que el calentamiento global que actualmente atraviesa el planeta es un factor nuevo que influye en los efectos y la naturaleza del fenómeno de El Niño.
"El planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos", precisó el analista de la NASA.
Numerosos estudios señalaron que el cambio climático puede agudizar temperaturas extremas en periodos como el fenómeno de El Niño o La Niña.
Patzert precisó que los efectos del fenómeno de El Niño se sentirán en Estados Unidos entre enero y marzo.
Este año se están registrando temperaturas mucho más altas de lo habitual en el hemisferio norte.
El día de Navidad, en Francia, se registró un récord histórico sólo por debajo del de 1997.
E incluso en el Polo Norte, donde este 30 de diciembre se estima que la temperatura ha estado por encima de los 0 grados Celsius, cuando lo normal son -25 ºC.
En contraste, en México, El Niño parece el responsable de unas inusuales tormentas que han cubierto de nieve el norte del país. Hay nieve en partes de Sonora por primera vez en 33 años.
En Sudamérica y Centroamérica, señala el investigador, los efectos ya se han visto con las grandes inundaciones de las últimas semanas y se prolongarán al menos tres meses más.
No todo son malas noticias, resalta Patzert.
El Niño surge de la expansión de las aguas cálidas del centro de Pacífico.
El científico señaló que a pesar de los pronósiticos, existe mayor infraestructura y avances científicos para tomar previsiones cada vez mejores ante la llegada del fenómeno climático.
Sin embargo, lo más probable es que las consecuencias de El Niño se prolongarán durante la mayor parte del próximo año en forma de inundaciones, epidemias o sequía prolongada. Fundamentalmente en Sudamérica.
En una de sus publicaciones al respecto, la NASA llegó a una conclusión contudente: "No importa donde usted viva, sentirá los efectos del fenómeno de El Niño". © BBC MUNDO
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