El suministro de expeller de girasol o de algún derivado oleaginoso en el alimento de las ovejas de la raza Ideal, durante los 15 días previos al servicio, permite aumentar su tasa ovulatoria entre un 20 y un 24%, lo cual incrementa la probabilidad de obtener dos corderos por parto y optimiza la eficiencia de los sistemas laneros al mejorar la producción de carne ovina.
“Con la adopción de esta práctica, una oveja puede ser muy eficiente y producir dos corderos de 25 kilos en vez de uno del mismo peso, es decir, 50 kilos de carne en 100 días de lactancia que alcanzan el peso de ella misma”, aseguró Néstor Franz, especialista en pequeños rumiantes del INTA Mercedes.
Con expeller de girasol se aumentó hasta 24% la probabilidad de obtener mellizos.
A partir de la combinación de una técnica reproductiva y otra nutricional, se trata de provocar un “golpe” energético y proteico que altera el ciclo reproductivo normal de las ovejas, modifica su tasa ovulatoria y aumenta la probabilidad de gestar dos corderos entre un 20 y un 24%.
El proceso
El procedimiento consiste en sincronizar el celo de la oveja de acuerdo con algunos requerimientos utilizados en los procesos de inseminación y, al mismo tiempo, darle un complemento adicional de 185 gramos de “proteína cruda”, a cada animal durante los 15 días previos al servicio.
“Esa ración diaria equivale a casi 500 gramos de expeller de girasol, un recurso disponible en la zona correntina pero que puede reemplazarse por otros derivados oleaginosos con elevado contenido de proteínas”, precisó Franz. En esa línea, dijo que podía implementarse con otros subproductos como el expeller de soja o de colza en la región pampeana, de cártamo en Chaco o de lino en Entre Ríos.
A diferencia de otras familias de ovinos con una alta tasa natural de producción de mellizos, la técnica se aplica sobre la raza Ideal que se utiliza para la obtención de lana apta para el procesamiento textil y cuyo promedio de tener corderos mellizos es del 7 u 8%.
“Cuando un productor selecciona razas para la obtención de carne, busca que el animal tenga una alta tasa de reproducción y que alcance un buen peso tanto antes como después del destete”, indicó el técnico del Inta. En este caso, continuó, el objetivo es “generar un ingreso extra a partir de la producción de corderos más allá de la producción de lana”.
“Desde el punto de vista estadístico, la técnica tiene un impacto altamente significativo y es muy recomendable para los productores”, expresó el técnico al tiempo que agregó: “esta práctica permite resolver la baja producción de carne, una de las principales deficiencias de los emprendimientos laneros”.
Para llevarla a cabo, la técnica requiere del asesoramiento de un veterinario que facilite la sincronización del celo y, desde el punto de vista nutricional, la colocación de bateas elevadas que ayuden a mantener la calidad del alimento. Con relación su factibilidad económica, Franz aclaró que la relación costo - beneficio “está cubierta con la producción de ese cordero extra”.
(diarionorte.com)
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