Las empresas que trabajan en esa región productiva, localizada en la zona de influencia de Tartagal, en el extremo norte del país son inviables en la actual coyuntura.
La crisis de rentabilidad que afecta al agro argentino se puede observar en el NOA y un caso es el detallado por el grupo CREA Bermejo, donde en la actual campaña masiva 2015-2016 el rinde necesario para cubrir costos duplica el promedio histórico, lo cual es "imposible de alcanzar", según un informe de CREA.
La situación insólita se da en el norte de la provincia de Salta ya que en la última década el rinde promedio de soja de las empresas que integran el CREA Bermejo es de 2570 kilos por hectárea.
Mientras que el máximo rinde que fue 3360 kilos por hectárea se registró en el ciclo 2010-2011 y desde entonces las sequías junto con el impacto cada vez más intenso de las plagas y malezas no permitieron volver a superar esa marca, destacó el sitio Valor Soja.
Las empresas que trabajan en esa región productiva, localizada en la zona de influencia de la ciudad salteña de Tartagal, en el extremo norte del país son inviables en la actual coyuntura.
Ocurre que el rinde de indiferencia de la soja en la campaña 2015-2016, con un precio esperado de 210 dólares la tonelada en mayo del año que viene según el MATba es de 4600 kilos por hectárea, algo imposible de alcanzar.
El rinde de indiferencia es el que hay que producir para pagar los costos de producción por ejemplo, como barbecho, implantación, fertilización, protección, cosecha y comercialización, entre otros.
En esa zona, el cultivo de maíz también es inviable: el rinde de indiferencia proyectado para el actual ciclo 2015-2016 con un precio esperado a cosecha de 125 dólares la tonelada, es de 1100 kilos por hectárea, cuando el promedio de los últimos diez años del grupo CREA se ubica en 538 kilos por hectárea con un máximo de 674 en la campaña pasada.
Por lo tanto, se necesita prácticamente duplicar el mejor rinde promedio logrado en la última década para que los ingresos proyectados se equiparen con los gastos totales requeridos por el cultivo.
"Algunos empresarios decidieron no sembrar en la próxima campaña, mientras que otros, para mantener los puestos de trabajo, sembrarán reduciendo gastos al mínimo, apostando que el año que viene se produzca un cambio de escenario", aclaró el asesor del CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) Bermejo, Francisco Puló.
Las once empresas que integran el grupo CREA dejarán de sembrar este año unas 40.000 hectáreas: "Semejante caída de superficie tendrá un impacto económico y social importante en la zona", indicó Puló.
Los elevadísimos costos de fletes, entre Tartagal y las terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario existe una distancia superior a 1400 kilómetros, se llevan la mayor parte del ingreso de los productores de la zona.
"En Brasil, donde las grandes distancias también son un problema, el gobierno federal ayuda a los productores de maíz con subsidios para asegurar el abastecimiento del cereal a los productores de pollos, cerdos y bovinos", precisó el asesor.
(eltribuno.info)
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