martes, 1 de septiembre de 2015

La cría de guanacos: un proyecto productivo patagónico

Desde hace unos años se viene llevando a cabo, en la Provincia de Chubut, Patagonia Argentina, un interesante proyecto relacionado con la explotación del guanaco. Le contamos en esta nota cuáles son las características de estos animales, la extraordinaria fineza de su pelaje y el modo en que es posible lograr una producción que no afecte la delicada ecología de la región.



Guanacos en Patagonia
Algo sobre la especie

El guanaco es una especie del grupo de los camélidos que habita el extremo sur del continente. Antiguamente sumaban más de 7 millones de ejemplares distribuidos en toda América del Sur. Hoy en día se cuentan aproximadamente 600.000 cabezas, el 95% de las cuales se hallan en la Patagonia.

En este hábitat reducido y habiendo sido diezmados por la introducción de especies exóticas, como la oveja, por la disminución de las pasturas adecuadas, y por la introducción de enfermedades antaño desconocidas, los guanacos se han constituido hoy en día en una de las alternativas más prometedoras para la economía de la región.

Fueron animales casi sagrados para los aborígenes de la zona, que sacaban de ellos alimento y abrigo. Muchas veces la distribución de las antiguas tribus de tehuelches, onas y yámanas estaba relacionada directamente con los lugares de distribución de los guanacos. Y esta convivencia estaba regida por leyes no escritas pero que siempre se respetaron: no matar a las hembras ni a las crías, sólo sacrificar un número reducido de machos adultos por temporada.

La llegada del “hombre blanco”, el alambrado de los campos y la explotación extensiva con especies como la ovina, rompieron ese delicado equilibrio y el resultado fue una disminución drástica en el número de guanacos, que llegó a su piso a principios del siglo XX.

Los guanacos están emparentados con la llama, la vicuña y la alpaca. Del mismo modo que estos animales, tienen un pelaje muy valorado. Es similar a la lana, corto y fino, de color marrón claro, con matices. No hay grandes diferencias entre machos y hembras, llegan a medir entre 1,20 m. y 1,70 m..

Una característica importante es la forma de sus pezuñas, que apoyan sobre unas almohadillas elásticas. Esto además de darle una gran velocidad en la carrera y capacidad para transitar terrenos escabrosos, impide que dañe los suelos ya que al andar no levantan la capa superficial que protege de la erosión.

El proyecto “Guenguel”

Proyecto Guenguel - Chubut - Patagonia



Un grupo de patagónicos, dedicados durante años a la ganadería ovina, decidió enfrentar las condiciones adversas de un mercado internacional con precios cada vez más bajos para su materia prima, la lana. Aceptaron el desafío del cambio y nació así el “Proyecto Guenguel” que se basa en la idea de aprovechar al guanaco como alternativa de producción.

Como ellos mismos dicen, es un proyecto de patagónicos “orgullosos de la belleza de nuestros paisajes y respetuosos de la fauna y vegetación autóctonas, y con el convencimiento que en el mundo actual serán importantes fuentes de recursos. Creemos que nadie mejor que un poblador patagónico para dar nacimiento a un proyecto que concrete lo antes expresado.”

Desde 1997 realizan la cría de guanacos en situación de semicautiverio, lo que permite la obtención de fibra y productos artesanales de lana hilada. Esta experiencia ha demostrado que los animales se adaptan fácilmente a la presencia del hombre sin violencia, se puede realizar la crianza con lactancia artificial con bajos índices de mortalidad y no se presentan problemas frente a la esquila.



La lana del guanaco se considera una “fibra preciosa” por su notable suavidad y su baja densidad, lo que la hace fresca en verano y abrigada en invierno. A todo esto debe añadírsele el valor agregado de provenir de una zona considerada como reserva ecológica: la Patagonia.

El establecimiento se encuentra ubicado en la localidad de Río Mayo, al sudoeste de la Provincia del Chubut.

Como dicen sus creadores: "Tenemos la materia prima. Sepamos cuidarla y aprovechemos al máximo las ventajas que nos brinda, respetando al guanaco como lo hicieron los primitivos habitantes de nuestras tierras, los tehuelches. El mundo necesita fibras finas y la Patagonia tiene oculta una riqueza enorme que nos da la naturaleza: no la desaprovechemos”.


(guenguel.com.ar)

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