sábado, 3 de octubre de 2015

Un grupo de expertos resalta las buenas perspectivas de la ganadería

Carne. Varios eslabones de la cadena ya están dando señales de recuperación, que se suman a la expectativa que genera el cambio de Gobierno. Referentes del sector analizan los desafíos técnicos y comerciales.

por Esteban Fuentes y Pablo Losada


El tono pesimista que venía caracterizando a la ganadería en los últimos años comienza a transformarse en expectativas distintas. La esperanza de un cambio en el escenario comercial, de la mano de la transición política, alimenta las esperanzas de los productores, que ya comenzaron a tomar decisiones de manejo y empresarias que se ajustan a un nuevo escenario.

Para analizar la cuestión, Clarín Rural consultó a un grupo de referentes de la cadena de la carne, que explicaron cómo se imaginan en los próximos meses del sector.

Cristian Feldkamp, líder de ganadería del Movimiento CREA, dice que este tiempo de la ganadería es clave. “Estamos ante un momento histórico, ya que la demanda ganadera, interna y externa, es sostenida y con precios buenos. Acompañando este contexto hay una cuestión estructural argentina, que se viene dando hace muchos años, que es que la oferta de carne per cápita es baja. Consumimos 60 kilos de carne por año. Con una demanda exportadora que traccione más, es una torta que se agranda más, con la que ganará toda la cadena de la carne”, sostuvo.

Detrás de ese marco hay cuestiones de corto y largo plazo de manejo y del negocio. “Hoy por hoy, lo que todos los ganaderos estamos esperando es que el nivel de incertidumbre se reduzca y que aumente la previsibilidad del negocio, ya que hay ciertas ideas que alimentan la expectativa de los productores, que ya se están preparando. Por ejemplo, el criador comenzó a retener hembras, por un lado, y el recriador está trabajando para potenciar sus engordes”, dice.

Pero el experto indica que hay más. Sostiene que “si vamos a crecer en cantidad de vientres, para incrementar la oferta de terneros hay que seguir trabajando para reforzar mucho la base forrajera nacional; es decir, producir más pasto y aprovecharlo mejor. Esto es decisivo. Si no lo hacemos estaremos condenados a producir 52/54 millones de cabezas. Ahora, el balance forrajero nacional da para alimentar a 52 millones de cabezas”.

Por otra parte, Feldkamp agrega que en las recrías y las terminaciones todavía hay mucho para crecer en las eficiencia productiva. “Esto es muy importante, porque si como productores queremos aumentar el peso de faena, para tener novillos con perfil exportador hay que recriarlos muy bien y, en este sentido, aun tenemos que aprender a manejar mucho mejor la nutrición”, concluye el técnico, sobre los aspectos centrales que los productores deberían acomodar inicialmente ante un cambio en el escenario ganadero.

El que no está tan convencido de un cambio inminente para la ganadería es Telmo Trossero, productor ganadero y referente de Aapresid, pero coincide en muchos aspectos técnicos del manejo que se deben ajustar. “Actualmente, falta aplicar la totalidad de la tecnología y el conocimiento que permitirían dar un salto productivo”, afirma.

A partir de esto, dice que uno de los objetivos debería ser “llegar al potencial carnicero que tienen todos los novillitos que ahora salen con 300 kilos pero pueden alcanzar los 450 kilos tranquilamente”.

Además, el productor sostiene que la cría sigue siendo una etapa muy ineficiente, desde el punto de vista de aprovechamiento del alimento, al igual que lo que ocurre con la eficiencia productiva de la recría.

Así como los productores deben ajustar en lo inmediato ciertos puntos del manejo, hay un sector que parece estar preparado ya para dar respuesta a un nuevo escenario del negocio ganadero: los feedlots.

Según Rodrigo Troncoso, gerente general de la Cámara Argentina de Feedlot, “están todos los factores de producción dados para reaccionar inmediatamente ante un cambio de escenario. Con más precio y previsibilidad, la respuesta que puede dar nuestro sector es automática”.

Troncoso es optimista, y no deja lugar a dudas al referirse a la forma en la que creció el feedlot en la Argentina en los últimos años, que dotó al negocio de mucha competitividad. 

“El sector está muy bien desde el punto de las inversiones. En este momento tenemos capacidad ociosa en las instalaciones, hay maquinaria nueva, más corrales y de calidad. Es decir, está todo preparado para adaptarse al cambio en el contexto. Además, se está avanzando en eficiencia alimentaria con recrías a corral, se están probando nuevas dietas dentro del marco de la Cuota Feedlot que va a la Unión Europea y mejoramos el marco normativo de esta negocio para poder exportar rápidamente, algo que no pasaba hace un años”, señala Troncoso.

El técnico reconoce, como contrapartida, que lo que hoy está pesando sobre los márgenes del feedlot son los altos costos fijos, como el mantenimiento de la maquinaria, el precio del combustible y la mano de obra, todos factores que deberán equilibrarse para recuperar competitividad.

Por su parte, Carlos Bledel, presidente del Centro de Consignatarios, consideró que, en el contexto actual, la ganadería está mejor posicionada que la agricultura, que está en el subsuelo.

“Hoy, la ganadería le permite al productor subsistir y pagar las cuentas, pero tampoco estamos en un jolgorio. Pero es cierto que hay un mayor interés por el negocio, debido al mal momento que atraviesa la agricultura”, indicó.

Este viento a favor para el sector se refleja en la cantidad de ingresos en el Mercado de Liniers, porque los productores están reteniendo hembras y, por lo tanto, hay menos oferta de animales terminados también.

Hasta el 30 de setiembre ingresaron 1.035.000 de cabezas a Liniers, mientras que en el mismo período del 2014 habían entrado 1.065.000 (en todo el año pasado fueron 1.404.533 de cabezas).

“Actualmente, se recompusieron los precios, pero ya se habían tocado valores similares el año pasado y no hay que olvidar la inflación que hubo”, contextualizó Bledel.

Por último, un sector de la cadena cárnica que no está en su mejor momento son los frigoríficos exportadores. En este sentido. Bledel aseguró que “las fichas están puestas en que el nuevo gobierno destrabe los problemas que hoy tiene la industria (con el atraso cambiario que existe), quitando las retenciones y las restricciones a la comercialización”.

Y agregó que los problemas de competitividad se acentúan por la devaluación que han sufrido otras monedas, como el Real (Brasil) y el Yuán (China).

Paralelamente, Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina, aseguró que “liberando las exportaciones de carne, habría más oferta para la mesa de los argentinos, porque produciríamos más novillos pesados”. Y agregó que en la campaña 2006/07 había 60 millones de cabezas de ganado bovino y ahora 51,4 millones . “Nos falta 8,5 millones; por eso hay que liberar las exportaciones”, dijo el economista.

Desde la industria exportadora plantearon que un tema a resolver, actualmente, es la abrupta caída del precio de los subprodutos, sobre todo del cuero, que bajó 63% en lo que va del año. Pero, de todas maneras, indicaron que las expectativas son alentadoras.

“Estamos esperando qué plan tiene el próximo gobierno, porque la demanda internacional es concreta y crece a medida que pasa el tiempo. Ahora, hay que ver como Argentina se incorpora a ese escenario”, destacaron.


(clarin.com)

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