MÉXICO.— El biólogo de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) de Jalisco, Luis Hernández Alvarado, dijo que la actividad avícola, la crianza y comercialización de codornices es una alternativa “que vale la pena tenerse en cuenta” en el estado.
Según informó Impacto, Hernández Alvarado, subrayó que en el occidente del país, se tiene un segmento de consumidores que valora el huevo y la carne de esta ave, productos de buen contenido de proteína animal y baja proporción de grasa.
Manifestó que esta especie tiene a su favor una gran rapidez en su ciclo de postura, ya que a los 40 días de su nacimiento, las hembras ya empiezan a poner huevos.
Mencionó que también el periodo de incubación de los huevo es de dieciséis días.
Resaltó las ventajas que se presentan para la crianza de esta especie, “se presta para realizarse en espacios reducidos, dado a que en una jaula se pueden tener hasta 10 aves y su macho, mismo que en promedio puede alcanzar un año de vida útil en su tarea como reproductor”.
Comentó que una vez que termina la incubación y su crecimiento de mes y medio, los machos se venden como carne y las hembras se reservan para la postura, “en esta especie la hembra tiene una talla ligeramente mayor que el macho”.
Destacó que a diferencia de las gallinas, las codornices no tienen el riesgo “de enfermarse por efectos de enfermedades virales, como el Newcastle o las variedades de influenza aviar”.
Puntualizó que en las explotaciones de codornices se debe tener cuidado de no exponerlas a las corrientes fuertes de aire, ya que este factor les origina hinchazón en los ojos.
Precisó que la Seder ha mantenido la opción de facilitar apoyos económicos para la crianza de codornices en el programa de Activos Productivos.
Explicó que tales apoyos permiten reducir costos en las compras de los equipos para las naves de las granjas, como jaulas e incubadoras.
Afirmó que en casos de nuevos proyectos la Seder recomienda cautela, debido a que actualmente, en el ámbito regional, el mercado de los productos de codornices es muy reducido, como ocurre con el cordero y el conejo.
En cuanto al consumo de los huevos, agregó que la forma más difundida es su ingesta en jugos, como ocurre en los puestos de los mercados populares, un sitio tradicional para su compra.
Expresó que también se pueden consumir mezclados en algunos consomés o sopas calientes, como lo hacen en algunas de las regiones costeras, donde se acostumbra ingerirlos con el caldo de camarón.
Añadió que otra modalidad es la conservación de los huevos en escabeche para ingerirlos como botana o como entrada.
Indicó que la venta de la codorniz, se tiene en los locales o puntos de venta de carne de pollo, donde por lo general se ofrecen por pieza.
“Ya como platillo, la codorniz suele prepararse como carne a las brasas y acompañarse de otros alimentos; también pueden prepararse al pastor al clavarse en alambres, como con la carne de conejo; y hay también recetas europeas y asiáticas”.
Detalló que a la crianza de esta se le denomina cotornicultura (cotornix, codorniz en latín); “unos 15 huevos de codorniz equivalen a uno y medio de gallina, y una centena de huevo se cotiza entre los 50 y 60 pesos”.
“En 10 días se tiene una postura de ocho huevos, esto se reduce a la mitad en el invierno; una pieza de carne de codorniz se cotiza en 15 pesos; y una hembra de codorniz al romper la postura (inicio de vida reproductiva) se vende en 17 pesos”, concluyó.
(elsitioavicola.com)
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