No es sólo el INDEC, uno de los principales desafíos del equipo que integra el Ministerio de Agroindustria es terminar con el apagón estadístico instrumentado por la gestión kirchnerista en los rubros ganadería y lechería
El último dato –provisorio– sobre producción lechera argentina corresponde al año 2013, cuando se indicó oficialmente una producción de 11.183 millones de litros de leche (la cifra más baja desde el año 2010).
Los datos más actualizados –correspondientes al régimen de pago por calidad– se mostraban de manera tan parcial que resultaba imposible realizar un análisis interpretativo adecuado a partir de los mismos.
El contraste con la situación presente en Uruguay es enorme. El Instituto Nacional de la Leche (Inale) cuenta con datos actualizados mensualmente de producción, precios, exportaciones y comercialización interna segregados por tipo de producto.
En ganadería la situación no es tan grave porque la gestión kirchnerista venía publicando mensualmente –con un par de meses de retraso– datos de faena, producción de carne, consumo interno y exportaciones. También se disponía de un informe de actualización mensual sobre mercado de subproductos bovinos. Y el Senasa solía publicar –con un mes de atraso– datos mensuales de exportaciones desagregados por producto y destino. Sin embargo, el último informe semanal de precios de cría e invernada fue publicado ¡en noviembre de 2011!
En Uruguay el Instituto Nacional de Carnes cuenta con informes de actualización semanal sobre faena, producción de carne, exportaciones y precios. Y todos con el mayor nivel de detalle posible. También publica informes semanales de precios promedio por categoría (con dispersiones de valor según volumen operado) en pie, pre-dressing (kilo gancho) y cuarta balanza (desgrasado). Y datos sobre rendimientos promedio de rinde en gancho por frigorífico para verificar si alguna empresa está aplicando desgrases excesivos a las medidas reses.
Además se publica el valor del “Novillo Tipo” (una suerte de FAS teórico de la industria frigorífica), precio en gancho de la media res pagado por las carnicerías y el precio del cuero fresco, entre otros indicadores.
La transparencia informativa en un régimen de libre mercado es esencial para promover que todos los integrantes de una cadena de valor tomen las decisiones más racionales posibles, de manera tal de evitar asimetrías que perjudiquen a algunos en desmedro de otros y que eso termine provocando desbalances entre la oferta y la demanda.
Fuente: Valor Soja
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