domingo, 27 de septiembre de 2015

Ginés Santiago: Perspectivas sobre la producción Caprina en Argentina

Publicamos esta interesante entrevista que, para el sitio Agrobit.com, Karina Balussi le realizara al Doctor de Gea Ginés Santiago, Profesor a cargo de la Cátedra de Producción Ovina y Caprina de la Universidad Nacional de Río Cuarto, y especialista en el tema, sobre la situación actual del mercado caprino, que rescatamos por el valor de la información que aporta sobre este sector de la ganadería argentina. 




A nivel nacional, ¿Cómo es la producción caprina?

En Argentina hay alrededor de 3.700.000 cabezas de ganado caprino en poder de casi 50.000 pequeños productores de muy escasa capacidad económica, que cuentan con una infraestructura insuficiente y manejan recursos totalmente degradados.

Básicamente la producción caprina a nivel nacional se orienta hacia la obtención de cabritos para faena que, son animalitos que se venden, en promedio, con 60 días de edad que deben tener un peso vivo entre 8 y 10 kilos, son animales que en ningún momento comen pasto sino que se los alimenta con la leche de la madre que se le da 2 veces por día. Esta, es la explotación que realizan la mayoría de los productores; en la Patagonia donde hay alrededor de 1.100.000 cabras, la producción se orienta hacia la producción de fibras, o sea, las cabras que se explotan en la Patagonia son cabras de raza mohair o cruza mohair, especializadas en la producción de fibra textil.

La fibra mohair tiene bastante cotización en el mercado internacional, a tal punto que Argentina es el cuarto país del mundo productor y exportador de esta fibra

¿Como es la producción caprina en la región?

En el sur de la provincia de Córdoba hay alrededor de 12.000 cabezas de ganado caprino, justamente la Cátedra de Producción ovina y caprina de la Universidad de Río Cuarto, a la que yo pertenezco, está llevando adelante un programa de desarrollo y fomento caprino desde hace 5 años, con subsidio del gobierno provincial, para mejorar el nivel de producción y el estándar de vida de los productores caprineros de la zona serrana del sur de la provincia de Córdoba; a tal efecto, estamos realizando una serie de acciones a través de visitas periódicas, mejoramiento de la calidad del ganado caprino, mejoramiento del statu sanitario y orientándolos en cuanto a la comercialización de carne caprina.

En cuanto a precios, ¿Cuáles son las perspectivas?

Las perspectivas, yo diría, que son favorables.
La producción caprina es una alternativa válida para ese estrato de pequeños productores porque no necesita de una inversión inicial cuantiosa, de manera tal, que hay muchas posibilidades de implementarla.

En cuanto a los precios, los cabritos se están comercializando alrededor de 3$ y 3,50$ el kilo faenado, de manera que un cabrito de 10 kilos en peso vivo y 5 kilos al gancho, que rinda aproximadamente un 50% de canal, o sea, de rendimiento de carne, puede estar pagándose alrededor de 18$ y 20$, lo que es un precio bastante razonable, por el momento.

Anteriormente mencionó que no hace falta mucho capital para iniciarse en la producción, específicamente ¿Cuál es la unidad económica de producción necesaria para poder iniciarse en la actividad?

Nosotros hablamos de una equivalencia respecto a los vacunos de 6 a 1, o sea, donde come un vacuno pueden comer 6 cabras. Esta relación, a su vez, se ve aumentada a favor al caprino cuando nosotros estamos manejando un recurso arbustivo porque la cabra por definición es un animal ramoneador, de manera que se desenvuelve mejor que el bovino frente a vegetación arbustiva que a vegetación herbácea, de manera que es una herramienta útil para aprovechar en campo de monte.

La inversión inicial no es mucha, porque una cabra buena, de buen diente, que tenga antecedentes de haber parido se puede conseguir en el mercado en 40$, de tal manera, que con 240$ por hectárea, se puede encarar una producción caprina eficiente.

Además la cabra es, desde el punto vista reproductivo bastante eficiente, puede dar un parto cado 14 o 16 meses y es bastante prolífica, puede dar en términos promedios de 1,5 a 1,8 cabritos por parto, de manera que vendiendo esos dos cabritos y medio a 20$ tendríamos 50$ por cabra que produce en cabritos, es decir que, desde mi punto de vista, es una producción bastante rentable.

¿Qué puede decir acerca de la comercialización?

En cuanto a la comercialización de carne caprina la tasa de extracción es alrededor de 20%, o sea que si hay 3.700.000 cabras, se faenarían alrededor de 700.000 cabritos por año. Lo que pasa es que muchas veces se faena en forma clandestina, es decir, que no pasa por los mataderos habilitados, a tal punto, que las cifras de faena oficial dadas por SENASA para el año pasado fueron de 110.300 cabezas, o sea, una séptima parte de la faena real que ocurre.

Esto tiene su razón de ser: pasa que ésta es una producción básicamente artesanal y muchos productores están alejados de los centros de consumo de los mataderos habilitados con transito federal para faena, de manera, que ellos mismos son los que faenan y venden su producción, o sea, que se comercializa en mercados paralelos.

¿Cómo es el nivel de exportación?

En cuanto al nivel de exportación la Argentina, básicamente no exporta carne caprina. Recién este año, en el mes de marzo, se registro la primera exportación Argentina de carne caprina en muchos años, se vendieron a la isla de San Marteen en 8.624 kilos de carcazas enteras congeladas a un valor de 12.500 dólares.

Es el primer antecedente que existe en exportación de carne caprina en los últimos años, o sea, que prácticamente no tiene gravitación internacional, no así en cuanto a la exportación de fibra mohair que el año pasado se exportaron alrededor de 54.000 kilos de tops, que son fibras que ya han sido lavadas y peinadas, con destino a Sudáfrica.

¿Cuáles son las tareas principales para llevar a cabo este emprendimiento?

La cabra de por si es un animal bastante rústico, resistente, pero necesita su cuidado para ser un animal eficientemente productivo.

Por otro lado, es un animal que no requiere de grandes instalaciones y las tareas cotidianas las pueden realizar miembros de la familia que no sea el jefe, puesto que en el campo la mayoría de las explotaciones están en manos de la mujer y los chicos, o sea, que es un animal bastante fácil de manejar.

No obstante, hay que respetar algunas reglas básicas de manejo nutricional, sanitario y reproductivo para hacer eficiente la producción. En este sentido, se requiere hacer un planteamiento, un programa sanitario básico que se resume en desparasitaciones estratégicas dos o tres veces por año, vacunaciones a los cabritos contra enfermedades clostridiales, neumonías, contra etima o boquera, baños contra piojos, frente a los cuales son bastante sensible sobre todo los cabritos, y control estrictos sobre coccidiosis que son parásitos intestinales bastante patógenos para los cabritos y que resienten el grado superlativo de la producción. Aparte de ello, el manejo sanitario es bastante sencillo.

El manejo reproductivo debe hacerse suplementando las cabras en los momentos críticos de su etapa reproductiva, dando alimentación suplementaria en el último tercio de gestación y en la lactancia para permitir una buena lactancia por parte del cabrito y una buena recuperación por parte de la madre para poder estar convenientemente frente al cabrito.

¿Cuáles son las principales ventajas e inconvenientes que tiene la actividad?

Las ventajas que puede tener desde el punto económico es la eficiencia, o sea, la rentabilidad que puede ofrecer. Una cosa es la rentabilidad potencial que nos puede ofrecer haciendo un diseño con lápiz y papel, y otra cosa es trasladar esos cálculos a la práctica donde muchas veces no pueden corresponderse. Pero, en sí, es una producción eficiente, que puede dar muy buenos beneficios económicos, fácil de implementar, que no requiere de mucha infraestructura ni mucha superficie.

Ahora, para los productores actuales, esos 50.000 pequeños productores, transitan una situación crítica, están en el último eslabón de la cadena productiva. Estos productores están prácticamente fuera del sistema económico porque están llevando a cabo su actividad en superficies inadecuadas para el tamaño de los rebaños que tienen y están manejando recursos forrajeros muy degradados.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de las tierras son de propiedad fiscal, o sea, del gobierno; de manera que muchos productores son tenedores precarios de este recurso que lo han degradado en grado extremo.

Otro inconveniente serio es el acceso que tienen a los mercados. En nuestro país, hay una oferta atomizada de cabritos y una demanda concentrada, o sea, los compradores de cabritos son muy pocos, de manera tal, que son ellos los que fijan los precios y eso va muchas veces en detrimento de los beneficios que puedan obtener los productores, que son los verdaderos gestores de toda esta actividad económica.

Entonces, ocurre que muchas veces el precio que obtienen los productores no son el reflejo de los precios que paga el consumidor final, hay un desfasaje bastante importante; a tal punto que en la zona de Malargue, en el sur de Mendoza, se están vendiendo los cabritos a 12 o 15$ por pieza cuando se los está vendiendo en Buenos Aires a 45$ o 50$ en los restaurante, o sea, que hay una diferencia bastante apreciable entre el precio de venta al productor y el precio de venta que recibe el intermediario.

Ese es otro aspecto que habría que corregir y que es difícil ya que no es una actividad que tenga mucha importancia en la economía agropecuaria del país como para que reciba la atención que corresponde por parte de las autoridades. 

La demanda  actual de los productores hacia el gobierno pasa, principalmente por una  vertiente fundamental: el apoyo crediticio oficial.

El gobierno ha implementado desde hace unos años algunos programas. El INTA, por ejemplo, a través del programa Cambio Rural, mejoró el estatus de muchos productores caprineros. La Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación con el Programa Social Agropecuario, hace 6 años, brindó un auxilio a un grupo de productores caprineros, a través de programas de asistencia económica, de muy bajo monto, lo que le permitía a los productores disponer de algún dinero para hacer un tipo de mejora, en la infraestructura de manejo, en la compra de reproductores, en la mejora de las instalaciones de los corrales o implantación de alguna pastura.

Además debemos reconocer, que el INTA está trabajando a través de algunos programas en ciertas zonas del país, como por ejemplo, en Santiago del Estero, Catamarca, Chaco, San Luis, Córdoba, Bariloche, Neuquen. Los Ministerios de Agricultura Provinciales tienen algunos programas específicos referidos a la producción, y en las Universidades Nacionales, entre las cuales está la nuestra que ha implementado un programa de asistencia a los productores caprineros, bastante humilde, pero para acercarle algunas herramientas que están a nuestro alcance que suponemos que son de fácil implementación y de alto impacto en la producción.

¿En que consiste básicamente el proyecto de esta universidad?

Al proyecto lo hicimos en base a un relevamiento previo de la situación de la ganadería caprina en el sur de la provincia de Córdoba.

En base a eso, identificamos un grupo de productores que pasaron a ser nuestros productores demostradores, que llevan a la práctica una serie de técnicas de fácil implementación para mejorar los niveles de producción; a su vez, le damos apoyo sanitario, que se basa en desparasitaciones estratégicas, en toma de muestra de sangre, o sea, sangrado de los animales para determinar el nivel de incidencia de Brucelosis que es bastante frecuente en los caprinos y de mucho riesgo para la salud humana. Charlas y distintas técnicas de apoyo, distribución de gacetillas informativas...; en fin, una serie de acciones que, pensamos que en algo han servido para mejorar los niveles de producción de los productores serranos de nuestra región.

¿Se ha logrado conformar algún tipo de Asociación entre los productores caprinos?

Es difícil conseguir que se asocien los productores, cada uno tiene su forma de ser particular, pero por lo menos nosotros los hemos concentrado en algunas instancias, por ejemplo, hemos realizado 5 exposiciones en distintas zonas, hicimos 3 exposiciones y venta de caprinos en 3 años consecutivos en Alpa Corral y 2 en Villa General Belgrano, de manera, que estas exposiciones fueron instancias para convocar a los productores para que vendan su producción y a su vez, darles una serie de charlas informativas. Pero, al margen de esto, pienso que igualmente se hace difícil llegar a los productores porque cada uno, en cuanto a comercialización, tiene sus canales definidos. 



(Agrobit.com)  

Publicar un comentario

Apicultura

Empresariales

Lechería

 
Copyright © 2014 Hora 25 Rural