Un fenómeno con consecuencias catastróficas
Las colmenas de abejas son muy importantes para nuestra alimentación, pues un tercio de nuestra comida llega gracias al trabajo de estos polinizadores que desempeñan un papel eficiente y barato. Sin ellos, no tendríamos almendras, manzanas, cerezas, calabazas y muchos otros alimentos más.
Los productores de miel en Estados Unidos y en algunos países de Europa han reportado una mortandad masiva de abejas domésticas desde hace varios años. Los investigadores denominaron a este fenómeno desorden de la colonia colapsada. La causa de dicho problema se ha buscado y todo apunta a que tiene varios factores provocando la mortandad masiva de abejas.
Un estudio publicado en 2013 en Proveedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, describe el mecanismo a través del cual los insecticidas pueden alterar la respuesta inmune de los insectos y promover la replicación de patógenos virales, siendo uno de los causantes de este colapso en las colmenas de abejas.
El desorden de la colonia colapsada causa la muerte repentina y sin causa aparente de las abejas. Los primeros registros de muertes de colmenas se reportan en 2006 y 2007, cuando los apicultores de Estados Unidos encontraron las colmenas completamente vacías, fenómeno que se reportó también en países de Europa y Asia.
El hecho de que colapsen las colmenas ha derivado en varias hipótesis para explicar el fenómeno, estas van desde el uso de los teléfonos móviles a la introducción de cultivos transgénicos. Hasta ahora son hipótesis descartadas y se investiga el efecto que puedan tener las plagas, enfermedades, factores ambientales y económicos, así como el uso de plaguicidas.
Una de las posibles causas parece relacionarse con un ácaro ectoparásito llamado Varroa destructor. El hospedero original era la abeja asiática, pero cuando Apis melífera fue introducida en Asia, el ácaro encontró un nuevo hospedero, encontrándose en todas las regiones apicultoras del mundo menos en Australia, donde no se han reportado casos de colapso de colmenas.
Este ectoparásito no causa la muerta directa de las abejas, pero inocula diversos virus que pueden afectarlas. Los científicos han encontrado otros factores que pueden afectar a las colmenas, como el cambio climático, el estrés del transporte a campos de cultivo, la desnutrición por pérdida de diversidad de cultivos y el uso de plaguicidas.
Hoy en día se buscan soluciones para controlar el V. Destructor, ya que es resistente a la mayoría de los acaricidas. Además, se busca controlar los otros factores que pudieran contribuir al desorden de la colonia colapsada. La comisión europea, por ejemplo, limitó el uso de plaguicidas con neonicotinoides por un periodo de dos años. También se fomenta una agricultura libre de pesticidas, diversificando los campos de cultivo.
Gran parte de nuestra alimentación depende del servicio de polinización de estos insectos. Si no actuamos de manera oportuna, podríamos enfrentarnos a una enorme crisis mundial.
Fuente: UNAM
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