Ante los anuncios del Presidente Mauricio Macri esta mañana para el campo de abrir promisorios caminos para la producción agroalimentaria, nos parece importante centrar nuestra atención en el sector frutihorticultor porque es un gran productor de alimentos. Por eso queremos recordar el drama reciente que a mediados de este año han vivido los frutihorticultores, un sector muy castigado por el Kirchnerismo ya que tuvo muchas pérdidas durante el 2015 de la que no se han enterado la mayoría de los argentinos. Debido a la crisis muchos productores se vieron obligados a vender sus chacras para construir barrios cerrados El cambio de signo político y el advenimiento de un nuevo gobierno interesado en el desarrollo y progreso del país, además de las espectaculares medidas para fortalecer el sistema agroalimentario argentino anunciadas hoy, despierta razonables expectativas también para los frutihorticultores. El siguiente informe está basado en datos de julio de 2015 provistos por BBC Mundo Argentina. Vale la pena traer a la memoria esta información para mostrar no solo los errores gravísimos del gobierno anterior que no supo solventar los problemas que acontecieron a productores del sur de la Argentina, que además de tener una pésima política de retenciones y exportación, se sumó a la falta de rentabilidad del sector. Desde Hora 25 Rural creemos que para un programa de gobierno que propone ser el «Supermercado del Mundo» el sector frutihorticultor está en condiciones de abastecer con calidad las demandas de ese mercado internacional y las del mercado nacional. Ya es hora de que se insista vivamente en ello. Es por esta razón que Hora 25 Rural, claramente identificado con la lucha de los productores y trabajadores del campo, traemos a colación estos hechos para que no se repitan en el futuro.
Por redacción Hora 25 Rural
El 20 julio de 2015, Veronica Smink BBC Mundo, Argentina, publicó un artículo que dio escalofríos. Advirtió que 200 millones de kilos, esa es la cantidad de peras y manzanas que comen los argentinos cada año, (unos 5 kilos por habitante), se pudrieron.
"El motivo fue la falta de rentabilidad, con ingresos que no alcanzaron ni siquiera para cubrir los costos básicos que implicaba recolectar la fruta. Además el mismo año padecieron dos tormentas de granizo que destruyeron otros 135 millones de kilos. Esto ocasionó un 25 % de la pérdida de la cosecha, la peor crisis que se recuerde." Y más indignante aún BBC explica que la mayoría de los argentinos ni se enteraron.
"Es que la fruta que sí se cosechó fue volcada en su mayor parte al mercado local, generando una sobreoferta que incluso bajó los precios, favoreciendo a los consumidores en Buenos Aires y las otras provincias. De esta forma son muy pocos los que se enteraron de la grave situación que viven las provincias sureñas de Río Negro y Neuquén, donde se concentra el cultivo de peras y manzanas. Esto, a pesar de que los productores cortaron rutas patagónicas durante 15 días en junio, para reclamar sobre su situación." señala el informe.
Los productores argentinos explican que el problema detrás de todo es la falta de competitividad de su producto, como resultado de la política económica del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, entonces por aquel tiempo.
La Argentina es el principal exportador de peras del mundo. Pero es en el área de la exportación donde se halla uno de los mayores problemas: los tres principales mercados de la fruta argentina —Brasil, Rusia y Europa— redujeron drásticamente su demanda este año.
Brasil y Rusia se vieron afectados por serias crisis económicas que las obligaron a devaluar, mientras que Europa prefirió comprar de otros mercados más baratos, como el chileno.
“Hace años que venimos sufriendo con un dólar oficial muy por debajo del precio de mercado y una inflación creciente que aumenta los costos internos”, señaló Alfredo Faggionato, gerente de la exportadora multinacional Dole.
“Veníamos subsistiendo por la demanda internacional, pero ahora que nuestros compradores tradicionales están en crisis estamos padeciendo la tormenta perfecta”, dijo a BBC Mundo.
El ingeniero agrónomo Ricardo Migliaccio, vicepresidente de la Cámara de productores de frutas de Cipolletti, en la provincia de Río Negro, coincidió en que el problema es la falta de rentabilidad.
“El deterioro se viene dando desde hace años: las grandes empacadores fueron comprando las chacras pequeñas y medianas y hoy hay un oligopolio que controla el negocio y establece los precios”, aseguró.
“Más del 90% de la tierra está en manos del 2% de los productores”, resaltó, advirtiendo sobre la desaparición de los fruticultores independientes.
El diario Río Negro informó la semana última [Julio, 2015] que por la crisis de la pera y la manzana hay 4.000 hectáreas a la venta en la región. Eso equivale a cerca del 10% del total de la zona productiva activa.
“Cada vez más son los que se deciden a deshacerse de sus tierras”, remarcó el medio, explicando que muchos productores pequeños y medianos deciden vender sus chacras al mercado inmobiliario.
Publicar un comentario